"Si queremos educar a nuestros hijos en la coherencia, nosotros tenemos que ser modelos de coherencia"

jueves, 27 de marzo de 2014

LA PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS CON MANUEL ZAFRA

El pasado miércoles 26 de marzo, D. Manuel Zafra, Médico de Familia, tuvo la amabilidad de darnos una charla a los padres sobre La Píldora del Día Después. Esta charla se la da todos los años a nuestros alumnos de Bachiller, y este año también a 4º ESO. Estimabamos que sería interesante que los padres también tuviésemos esta información y cumplió con las expectativas, donde pudimos conocer de primera mano los pros y contras de dicha pastilla, así como muchas aclaraciones a esas dudas que siempre tenemos y no sabemos a quién preguntar.

Nos hablo de los siguientes puntos:


  1. GESTAGENO SOLO ALTAS DOSIS.
  2. INDICADA EN CASO DE FALLO DE ANTICONCEPTIVO HABITUAL O NO USO DEL MISMO O AGRESIÓN SEXUAL.
  3. USO COMO MÉTODO DE URGENCIA NO HABITUAL
  4. EFICACIA DEL 95% EN LAS PRIMERAS 24 HORAS Y DEL 85% EN LAS 48 HORAS
  5. SEGURO Y CON MÍNIMOS EFECTOS SECUNDARIOS7
  6. RETRASA O INHIBE LA OVULACIÓN
  7. O.M.S. : MÉTODO NO ABORTIVO
  8. ADQUISICIÓN EN FARMACIAS O EN SERVICIOS DE URGENCIA O CONSULTA DEL MÉDICO DE FAMILIA.     
También nos invito a entrar a la página de la Sociedad Española de Contracepción, www.sec.es, en donde podemos encontrar más información sobre este y otros temas relacionados.

Agradecemos a los padres y madres, su asistencia y su tiempo. 
Y también agradecemos a D. Manuel su dedicación, su tiempo y su  colaboración con nuestra Asociación. 

martes, 11 de marzo de 2014

NUESTROS ALUMNOS EN AULA 2014

Como ya informamos  en su momento, la AMPA Maestro Garrido, organizo el viaje a IFEMA, para nuestros alumnos de Bachiller, para visitar El Salón Del Estudiante.  La visita se realizo el pasado 22 de febrero, y un grupo de alumnos acompañados por tres padres, pudieron visitar la feria y valorar la amplia oferta formativa que se expande ante ellos. Es sin duda una actividad extraordinaria, encaminada a la orientación de nuestros alumnos, y que es una toma de contacto con la realidad formativa a la que se encaminan.
Desde aquí esperamos que haya servido para orientar a nuestros alumnos.
Y también agradecemos a los padres acompañantes, ya que somos conscientes de la responsabilidad que supuso para ellos.
Hoy ha salido la noticia en la prensa provincial, no queremos dejar pasar esta oportunidad para haceros llegar la importancia de este tipo de eventos. Os transcribimos el artículo para los que hayáis podido leerlo en el diario.

La asociación de madres y padres del Instituto Alfonso XI, organizo una visita al Salón Internacional del Estudiante y de la Oferta Educativa, "Aula", que se celebró recientemente en la ciudad de Madrid. El grupo, formado por estudiantes de primero y segundo de bachillerato y algunos progenitores se desplazó en un autobús hasta la capital. El objetivo de la actividad era ampliar los horizontes de los alumnos, de manera que tuvieran elementos de juicio para orientar su futuro, bien hacia la Universidad o hacia otras opciones, entre las que se encuentran los ciclos superiores. Se trataba de evitar que los jóvenes comiencen una carreras y la abandonen en los primeros cursos por que no satisface sus expectativas..
La convocatoria se celebró en Ifema y constaba de numerosos expositores. La edición de 2014 de Aula contó con una importante presencia de universidades, escuelas y centros formativos de España, e incluso internacionales. La veterana feria educativa de la capital es una de las mejores plataformas para el asesoramiento y la orientación profesional de los estudiantes preuniversitarios. 

RELACIONES SEXUALES SEGURAS: PÍLDORA DEL DÍA DESPUES

Los alumnos de 4 de ESO, 1 y 2 de Bachiller del IES Alfonso XI, han recibido unas conferencias sobre Relaciones Sexuales Seguras, en las que se explica la Píldora del Día Después, impartida por D. Manuel Zafra, como en cursos anteriores.
La sexualidad es aún un tema difícil de tratar con nuestros hijos adolescentes. Aunque la comunicación bidireccional exista, aún hay muchas lagunas y muchas reticencias a hablar abiertamente, ya sea por su parte o por la nuestra.
Y como pensamos que toda información y formación, (tanto para ellos como para nosotros), nunca está de más, hemos solicitado al Dr. Zafra que tenga a bien compartir sus conocimientos sobre el tema con nosotros.
El próximo día 26 de marzo, a las 8:30, os esperamos a todos en el IES Alfonso XI. Estamos convencidos  de que esta conferencia será del interés de todos los padres y madres, y que colgaremos el "aforo completo".
No podéis faltar!!?

¿POR QUÉ BEBEN LOS ADOLESCENTES? POR FERNANDO FEDRIANI


Podemos estar o no de acuerdo, pero el profesor F. Fedriani, nos ofrece una visión diferente sobre el hábito que nuestros adolescentes han adoptado como rutinario, y sin el cual parecen no pasárselo bien. 





 El Guerrero LUVI. Fernando Fedriani "¿Por qué beben?"


  Suele decirse que nuestros adolescentes beben demasiado.
Supongo que los que los acusan de beodos,
los que les recriminan que no están aprovechando su realidad,
poco recuerdan de lo que fue su pasado.
Supongo que todos hemos pasado por alguna
etapa de nuestra vida en la que nos hemos enfrentado a
sucesos irrebatibles.
Todos hemos vivido momentos insoportables.
Todos hemos sidojóvenes y hemos odiado al
mundo… y el mundo nos ha odiado a nosotros, claro.
Por todo ello, no comprendo que se les recrimine a los adolescentes la ingesta de alcohol.
¿No queremos recordar lo que fuimos… o bebimos tanto que hemos llegado a olvidarlo?
Tal vez, las dos cosas se den.

  Ellos son lo que fuimos.
Fuimos jóvenes y son jóvenes.
Y con frecuencia a los adultos nos apena no ser adolescentes
y los odiamos un poco porque ellos sí lo son.
Echamos en falta sus desvaríos, añoramos sus carencias de sentido.
Con frecuencia, los adultos negamos la importancia de la adolescencia y nos volvemos tan intolerantes como nuestros padres lo fueron con nosotros.
¡Albricias! Será que es ley de vida, supongo.
Pero también supongo que debemos recordar para enseñar.
Debemos entender lo que supone dejar la infancia marchita.
Debemos recodarnos con la cintura repleta de vellos,
con la mente confusa, con el corazón desenamorado, perdido y frágil.

  Pero… ¿cómo podemos ignorar los síntomas?
Que los adolescentes beban no es una noticia.
Que hagan botellón, llegado el fin de semana, no supone una noticia.
Que se destruyan, que se anulen y que se hagan daño, no es ninguna trasgresión.
Son los usos sociales y ellos los siguen,
porque los hemos educado para que nos odien y para que beban.
Beben porque están educados en eso, porque la eucaristía es un brindis, literalmente,
y todas nuestras fiestas se basan siempre en lo mismo.
¡Qué novedad! ¡Qué noticia! ¡Los jóvenes beben!
¡Los jóvenes beben todos los fines de semana!
¡Los jóvenes se emborrachan y no sabemos hablarles para que nos entiendan!

  Eso no es la pregunta.
La pregunta no es: ¿qué podemos hacer para que nuestros hijos no beban?
La pregunta es, ni más ni menos, ¿por qué beben? ¿Por qué lo necesitan?
¿Por qué les resulta tan fuerte el peso del grupo?
¿Qué les lleva a querer nublar su razón, a anular sus sentidos?
¿De qué se evaden? ¿De qué demonios tratan de escapar?

  Supongo que están ahí. En su pellejo y en sus cuerpos.
Supongan que tienen que lidiar con las esperanzas de una nación.
Supongan que sus padres cada día los miran con cara de fracaso.
Supongan que tienen que soportar que todo el fantasma del paro les cerque.
“Todo estaba mejor antes”, te dicen. Constantemente.
“Todo está perdido”, te dicen.
“El futuro es negro, nada puede hacerse para salir de esta crisis”, te dicen.
Pero ellos son los hijos de la crisis.
Ellos tienen que vivir en ese futuro al que llamamos negro.
Los adultos hemos hecho nuestra partida en tiempos donde remar resultaba más fácil,
pero los jóvenes tienen que pelear todavía.
Pelear cuando todo está perdido es demasiado complicado.
Pelear cuando sabes que perderás, cuando la derrota se da por segura
y por de pronto, es imposible.
Ellos no pueden luchar porque nadie les dice que podemos mejorar,
que podemos salir, que podemos ganar.

  Nadie espera de ellos que cambien el mundo.
Y cuando se les dice que luchen por sus sueños, se les dice “siempre” con la boca muy pequeña.
Tendrás que irte al extranjero, llegarás al mercado laboral en el peor momento de la historia.
Tu hipoteca chupará tu sueldo durante cuarenta años.
Conocerás el desamor, conocerás el divorcio.
Nada se espera de ti, hijo.
¡Estás acabado, antes de empezar!
Porque vas a heredar una tierra quemada.
Ni el campo vale, hijo. Ni el campo da nada, hijo.
Estás acabado. Estás perdido.
Estás roto. Tu vida es… un sinsentido.
Porque nada en este país funciona, hijo.
Porque llegaste en un momento en el que los ideales han dejado de significar algo.
Todos somos demasiado listos como para creer en los sueños, y las
palabras bonitas son semillas yertas, rincones vacíos de luz, esmeraldas gastadas.
Nada de nada. Vale.

  Y ellos, en el instituto, apegados al ordenador, con la mirada repleta de wassap, de contradicciones, acumulan un montón de odio, que no saben comunicar, y que no se transfigura en ningún emoticón.
¿Cómo te digo que te odio?
¿Cómo te muestro mi odio?
¿Cómo te comunico que me has jodido la vida por heredarme este rincón gastado, este presente sin brillo?
¿Cómo te digo que este legado de
la crisis, que este tesoro hipotecado, es una farsa?
Porque puede que siga las pistas y que encuentre el tesoro.
Pero el tesoro le pertenece al banco. Y estamos todos cansados de echarle la culpa a los bancos,
a los políticos, a los poderosos… ¡a no sé quién!

  No sé a quién odiar. Antes los jóvenes odiaban. ¿Ahora qué?
Antes los adultos eran el confort y los jóvenes la rebeldía.
Ahora las manifestaciones están repletas de adultos y los jóvenes piden sitio para quejarse,
pero tienen miedo.
No encuentran su sitio, porque no lo tienen.
Los adultos lloran por ellos.
Y solo pueden mirar con el tejido roto del sinsabor que desangra sus latidos rotos.
¡Quiero ser el yo que antes lo sembraba todo de caos, no los adultos!, piensan.

  Y ellos, entretanto, sin rasgos de épica quedan, cayados.
Vigilan casas desoladas.
Vigilan reinos desolados.
Vigilan vidas anidadas por el fantasma ocre de las mil vergüenzas.
¿En qué van a creer? ¿En qué van a crecer?
¿Para qué van a luchar? ¿A qué santo o a santo de qué van a rezar?
Porque tienen miedo.
Porque están solos.
Porque tienen miedo.
Porque nadie tiene respuestas para ellos.
Por eso beben. ¡Por eso beben! Por eso beben los adolescentes.
Beben para olvidar que de ellos esperamos que cambien las cosas.
Y, sin embargo, nadie tiende nuestra fe.
Tienen la culpa y tienen la carga. Pero no tienen el combustible, ni la esperanza.
No tienen. No tienen nada. No tienen nada.


Fernando Fedriani. El Guerrero LUVI.

Por: Gabry Cano